Ubicada en el centro histórico de Nápoles, la Basílica de Santa Chiara, se destaca por su estilo gótico. Fue construida en el período ‘300 por voluntad del Rey Roberto d’Angiò y se confió el trabajo a la dirección de los arquitectos Gagliardo Pirmario y Leonardo di Vito.
La historia cuenta que, al encomendar la construcción de la basílica, el rey quiso satisfacer la voluntad de su mujer, Sancia di Maiorca, que era profundamente atraída por la vida de claustro. En el año 1943, la basílica sufrió bombardedos, fue semidestruida y restaurada, más tarde, en estilo gótico. La Basílica de Santa Chiara, con una única nave, se ubica en el interior de una pequeña ciudad franciscana formada por el Convento de las Clarisas y de los Frailes Menores. También, la estructura comprende un claustro transformado un jardín fantástico.
Actualmente, es un verdadero complejo museístico, donde admirar el Claustro Mayolicato, el Museo dell’Opera di Santa Chiara, el área arqueológica y el maravilloso pesebre del período ‘700, realizado durante el reino de Fernando IV de Borbón. En el interior de la basílica, además, se conservan numerosas obras prestigiosas del período Setecientos.